Su lado obscuro
Seamos sinceros, el marketing nos ha incomodado a todos. ¿Quién no odia tener que esperar a que acabe un anuncio que no te interesa cuando estás a punto de ver un video?, ¿quién no se molesta cuando un espectacular es tan brillante que lastima los ojos?, ¿quién no piensa que un post pagado de un creador de contenido no es auténtico?.
¿Qué viene a tu cabeza cuando piensas en marketing? Anuncios luminosos, colores llamativos, comerciales de televisión, jingles, celebridades anunciando productos. Sin embargo, todas estas imágenes, generalmente, no llegan a nuestra mente bajo una connotación positiva y por el contrario, las relacionamos con faltas a la privacidad, contaminación visual, falta de autenticidad y distorsión de la realidad.
Por años, hemos crecido con la idea de que la mercadotecnia es una práctica agresiva e intrusiva, cuyo único fin es generar ventas. Vemos a muchas de las campañas publicitarias y de relaciones públicas como una serie de anuncios que no sólo nos interrumpe de una u otra forma en las actividades del día a día, sino también nos manipula para consumir productos y/o servicios.
¿Por qué el marketing es tan poderoso?
La pregunta es ¿cómo algo en lo que “tenemos tan poca fe” puede tener tanta influencia sobre nosotros?, ¿cómo es que una campaña o el post de un influencer puede llegar a alterar aspiraciones y percepciones sobre la realidad?
La respuesta es sencilla, todo buen mercadólogo y creador de contenido se dedica a conocer a su público a la perfección para así, saber qué tipo de contenido dará justo en el blanco. La atención se centra en encontrar los insights de su público, es decir sus deseos no expresados. Es decir, el objetivo es llegar a conocer a su audiencia mejor de lo que se conocen a sí mismos. Sus problemas, sus motivaciones, sus complejos, su personalidad, su nivel socioeconómico, la etapa familiar por la que están pasando y cualquier detalle imaginable.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad
He aquí la importancia del marketing: es una herramienta poderosa de impacto social.
Al tener el conocimiento de qué es lo que influye en la gente, una idea esparcida a través de una campaña o un creador de contenido, puede traer consecuencias en públicos amplios y en culturas enteras, y como lo dijimos unas líneas arriba, modificar sus aspiraciones, percepciones, expresiones y creencias.
Esto nos sirve para entender el papel que juega la mercadotecnia en la transformación social positiva. ¿Qué pasaría si todos estos esfuerzos, investigaciones y conocimiento se utilizara para crear soluciones que las sociedades realmente necesiten en combinación con la tecnología? ¿y si se dejaran de usar este poder para promocionar productos innecesarios o poco éticos para los demás
La base del marketing siempre ha sido entender a una audiencia para crear, entregarle valor y obtener valor de vuelta. Es cierto, que muchas veces el enfoque principal se pone en el obtener el valor de vuelta, pero ¿de qué nos sirve si nuestros clientes no obtienen valor para ellos mismos a través de nuestra marca?
Creemos contenido, hagamos investigaciones y desarrollemos productos que tengan el fin de mejorar nuestra sociedad, que coincidan con tus valores y lo que le quieres transmitir al mundo y que además, siempre resuelvan la necesidad de tu público de la manera más ética.
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